Frescura
La tormenta rugió durante la noche, pero cesó al amanecer;
el cielo está ahora despejado y las extensas llanuras, verdísimas.
En lo alto sobrevuela una gaviota, con estridentes y salvajes chillidos.
Exiliada gaviota, regresa a tu océano,
mira cómo aún ahora sonríe al lado de las nevadas montañas,
cómo aún resplandece bajo el ardiente sol.
Entre mis arbustos pían jubilosamente pequeños y vivaces pajarillos;
los gusanos barrenadores están dichosos en la húmeda tierra.
Suscríbete para recibir actualizaciones
Comentarios
Más de Mary Ursula Bethell
Los más leídos
- Isla al sí. Antología de poesía neozelandesa de Libros 49 visitas
- Azul amarillo de Libros 22 visitas
- Tomando mi chaqueta para dar un paseo, de Peter Olds de Libros 21 visitas
- Una lección de poesía para mi padre, de Gleen Colquhoun de Libros 13 visitas