Aquí

Aquí donde el arroyuelo se escabulle entre dos rocas
Y el oleaje se escucha a una milla tierra adentro,
Y los carrizos esconden los nidos de cientos de pájaros,
Y los troncos encallan en las ciénagas como huesos de gigantes,
Y la maleza se pudre por montones sobre la superficie de la laguna,
Y el acantilado le da la espalda al sol incluso al mediodía,
Y el sendero se extingue en las praderas marinas:

Aquí, donde sólo el viento sopla,
Yo y mi encorvada sombra
Atraemos levemente el color de la identidad y de la muerte.

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