Finlandia
Ella regresó a Finlandia con sus hijos
fuertemente arropados contra el hielo de la noche.
Tan helado que hasta les dolía la garganta.
Fue un regreso a los viejos tiempos, al dolor familiar,
la primera grieta de un río que se deshiela, el negro evocador
de los árboles endebles, el cielo blanco y esquelético del amanecer.
Un viento ácido cercenó sus corazones de dolor.
Su familia nunca envió el oro que le habían prometido.
su esposo compraba y compraba libros
que no les quitaban el hambre.
Sus hijos devinieron en doradas posesiones
que recubrían su alma con amor como el mapa de Finlandia.
Él volvió una noche a casa en bicicleta y la encontró vacía,
todas las puertas abiertas, los libros apilados con esmero en cada habitación.
Encuentra que una biblioteca no tiene sonido y se sueña perdido
en el caparazón rosado de las arterias del corazón de sus hijos.
Su amor se convertirá en un idioma extranjero.
Ella los ha instalado en el largo invierno,
oscuros meses sin padre que crecerán en su interior,
surce telas brillantes, comparte palabras junto al fuego,
empieza a enseñarles su lengua materna.
Suscríbete para recibir actualizaciones
2 comentarios en “Finlandia”
Comentarios
Más de Victoria Broome
Los más leídos
- Lluvia sobre el tejado de Tayi Tibble 1.1k visitas
- A mi hermano gemelo de Ian Wedde 0.9k visitas
- Pensamientos en torno a un proverbio sufí de Hone Tuwhare 785 visitas
- La muerte de Sócrates de Michael Jackson 695 visitas
- Desempleo de Tayi Tibble 623 visitas
- Estas flores blancas de C. K. Stead 508 visitas
- Hierro salvaje de Allen Curnow 473 visitas
- Incidente de Fleur Adcock 417 visitas
- ¿Por qué no hablas conmigo? de Alistair Campbell 416 visitas
- Instrucciones para leer un poema de Glenn Colquhoun 379 visitas
- Vida interior de Jenny Bornholdt 335 visitas
- Amigo de Hone Tuwhare 318 visitas
Haberse ido y regresar a casa; encontrarla vacía, sin familia y sólo con los libros acomodados…
Retrata Victoria Broome con maestría una escena de intenso dramatismo, vale la pena leer más de ella.
Victoria Broome en este poema suyo nos retrata y por su realismo a muchos nos avergüenza: «su esposo compraba y compraba libros que no les quitaban el hambre».
Pasaje dramático y crudo, pero realista.
Gracias por traducir, Rogelio Guedea, Saludos!