Soledad
Ahora es la Soledad la que llega de noche
en lugar de dormir, para sentarse junto a mi cama.
Como un niño cansado me recuesto y espero su llegada,
la observo apagar la luz delicadamente.
Sentada inmóvil, a la derecha o la izquierda
se vuelve y, cansada, cansada, inclina la cabeza.
Ella también es vieja; ella, también, ha dado la batalla.
Así, con el laurel que la engalana.
A través de la triste oscuridad, la marea que baja lentamente
rompe en una estéril y contrariada orilla.
Un viento extraño fluye… y otra vez el silencio. Estoy dispuesta
a volver a la Soledad, para tomar su mano,
asirme a ella y esperar hasta que la tierra inerme
se llene de la terrible monotonía de la lluvia.
Suscríbete para recibir actualizaciones
Comentarios
Más de Katherine Mansfield
Los más leídos
- Isla al sí. Antología de poesía neozelandesa de Libros 49 visitas
- Azul amarillo de Libros 22 visitas
- Tomando mi chaqueta para dar un paseo, de Peter Olds de Libros 21 visitas
- Una lección de poesía para mi padre, de Gleen Colquhoun de Libros 13 visitas