Enfrentando la página en blanco
La página en blanco
parece inofensiva
pero tiene su propio sentido del humor.
Puedes decidir llamarte
a ti mismo Mme X y ser visto en ciudades extranjeras sin
domicilio alternativo:
La página en blanco estará en casa, esperando.
La página en blanco es
la Inquisición: podrías irte contra ella,
y decir, «sálvame».
La página en blanco
no tiene corazón
ni casa
ni compasión.
La página en blanco te lo ha escuchado ya antes
y no le impresiona
tu evidente honestidad
ni tus heridas. No, ni siquiera si se trata
de fracturas compuestas
o que piden amputación.
No le des a la página en blanco nada
de esas exrravagancias. Si lo haces,
que sea entre líneas.
La página en blanco
se lleva todo lo que le puedas dar, y apenas queda satisfecha,
pero no por mucho tiempo.
Es un error presentarle la página en blanco
a tu futuro amante. Lo arruinará todo
dejándote solo, solo tú y la página en blanco, para siempre.
No le hagas al tonto,
es la página en blanco.
Refúgiate en los supermercados
con dos radios y un altavoz
usados al mismo tiempo.
La página en blanco no tolera las caricaturas para niños en el televisor,
así que súbele al volumen.
Dale los controles a un menor de tres años,
quien la sacará de quicio,
a la página en blanco.
Sin embargo, tampoco
habrá que irse de largo
indefinidamente.
La página está estrechamente relacionada
con el Gran Desierto Australiano.
Buenos hombres, buenas mujeres, murieron al intentar cruzarlo.
Algunas personas lo encuentran alentador.
La página en blanco
acecha el O.K Corral
buscando a alguien a quien disparar,
y bien podrías ser tú.
La página en blanco es
la idea que tienen algunas personas de lo deseable
y lo indeseable
para luego volver por un breve lapso a tu forma de pensar.
La página en blanco
se establecerá
se hará de tu nombre en el banco
beberá tu whisky
habitará tu casa
mientras tú te alimentarás de tus propias uñas
vestirás de negro
y te atormentarán las dudas.
La página en blanco te preservará el cariño, siempre que
no la empujes, no la golpees, no la tires a la basura, no la desgarres,
no la increpes y no la elimines.
La página en blanco:
es un infierno vivir con ella.
Pero también sin ella.
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