Puerco
Era un puerco enorme,
feo para algunos,
con la piel áspera
y gruesa la pelambre.
Cuando hubo que
matarlo
le diste un balazo en la cabeza
y se desplomó en el acto, con
un golpe seco.
Como ni entre dos pudieron
moverlo,
lo cogieron de las patas
y lo colgaron de un árbol,
metiéndole un gancho
debajo de la quijada
y jalándolo hacia arriba.
Tuvieron que usar
su Toyota cuatro por cuatro
para levantarlo,
pues estaba demasiado pesado.
Lo destriparon y
le limpiaron los dentros,
dejándolo ahí colgando
toda la noche.
Yo lo vi bambolearse
suavemente en el viento,
una mancha en la oscuridad,
pesada como el dolor.
Suscríbete para recibir actualizaciones
Comentarios
Más de Brian Turner
Los más leídos
- Lluvia sobre el tejado de Tayi Tibble 1.2k visitas
- A mi hermano gemelo de Ian Wedde 1k visitas
- Pensamientos en torno a un proverbio sufí de Hone Tuwhare 814 visitas
- La muerte de Sócrates de Michael Jackson 705 visitas
- Desempleo de Tayi Tibble 651 visitas
- Estas flores blancas de C. K. Stead 530 visitas
- Hierro salvaje de Allen Curnow 481 visitas
- Incidente de Fleur Adcock 445 visitas
- ¿Por qué no hablas conmigo? de Alistair Campbell 427 visitas
- Instrucciones para leer un poema de Glenn Colquhoun 387 visitas
- Vida interior de Jenny Bornholdt 339 visitas
- Amigo de Hone Tuwhare 334 visitas

Rogelio Guedea